Manejar por caminos con curvas es una experiencia única y maravillosa, pero también puede ser complicado y en ocasiones hasta se puede perder el control del auto. Por ello es importante que seas consciente al volante, respetes las normas de seguridad vial para conducir en caminos de montañas y te mantengas alerta a la circulación de otros automóviles.
Aquí te dejamos algunos consejos para que te sientas más seguro a la hora de emprender una aventura sinuosa.
Antes de empezar el viaje es importante que:
- Hagas una revisión del auto: es importante verificar las condiciones del vehículo antes de emprender un viaje, sobre todo: neumáticos, amortiguación, limpiaparabrisas, pero en particular, frenos.
- Investigues sobre el camino: dato muy útil a la hora de viajar, es saber por dónde se va a viajar. Tener una idea previa de las condiciones del camino y las distancias a recorrer te hará sentir un poco más seguro.
En viaje, se consciente de:
- La velocidad: los caminos de montaña son sinuosos y requieren extremar las precauciones. Circula llevando un control constante de la velocidad y respetando los límites. Viaja a una velocidad en la que te sientas cómodo y seguro pero sin incomodar a otros conductores y propios acompañantes.
- Las luces bajas: circula siempre con luces bajas encendidas, tanto de día como de noche.
- Los animales en la ruta (alerta): es importante que tengas presente que es muy frecuente en zonas de cordillera -sobre todo en horario nocturno- cruzarse con animales en el camino.
- La distancia: frenar en rutas de montaña tiene su dificultad, sumado al polvo que puede levantar en la circulación, es importante mantener la distancia con el auto que precede. En instantes puede ocurrir algún inconveniente con ese vehículo y si no se cuenta con la distancia adecuada, se pueden correr riesgos.
- El clima: los microclimas de la montaña pueden tomarte por sorpresa y afectar la conducción del vehículo con cambios repentinos. Te puedes encontrar con niebla, nubes, lluvia, viento, nieve o hielo, por ello es importante reducir la velocidad y ponerse mucho más alerta.
- La topografía: los caminos sinuosos, con curvas muy cerradas y angostas, que bordean el faldeo de la montaña, requieren de mucha concentración en el terreno, evita distraerte y siempre cumple con las normas viales de seguridad.
- Las pendientes: intenta mantener una velocidad constante y controla los indicadores de temperatura. Puede ser necesario buscar un lugar seguro para estacionar hasta que el motor se enfríe. Evita las maniobras si tu visualización del camino no es completa.
- Las bajadas prolongadas: controla el velocímetro y disminuye la velocidad hasta el próximo punto de referencia claro. Cuando la bajada es muy prolongada, pisa el freno durante tramos cortos, impidiendo así que la velocidad aumente. (El auto que sube tiene prioridad).
- Los caminos de ripio: el material suelto y las piedras redondeada hacen que el auto pierda tracción y adherencia al suelo, por ello, es importante que extremes precauciones y disminuyas la velocidad.
- Las curvas y puentes: no te adelantes en curvas o puentes que oculten el carril contrario. De noche, baja las luces para evitar encandilar a vehículos que vienen en dirección contraria.
- El descanso: cuando te sientas cansado, lo mejor es parar y descansar. Conducir en la montaña es más agotador que en el llano, requiere de mucha concentración y sutileza.
Curvas y precauciones:
- En las curvas mantener siempre el carril y tomarlas más despacio, porque suele no ser posible ver si viene alguien de frente.
- Llegando a las curvas muy cerradas y angostas, o bien, al final de una subida muy pronunciada, baja las luces y toca bocina, de ese modo se alerta a quien viene por el carril contrario y no se lo encandila.
Lo que no se debe hacer en curvas:
- Acelerar mucho al entrar. Esta maniobra aumenta el peso de la parte de atrás del auto o, lo que es lo mismo, se aligera la parte delantera, perdiendo adherencia. Al perder adherencia no obedece a la dirección y existe una gran dificultad para entrar en la curva.
- Acelerar demasiado pronto, antes de que el auto esté bien apoyado. Una ligera aceleración, pero demasiado pronto, puede cambiar la actitud que el vehículo adopta.
- Ser bruscos con el volante. El auto reaccionará, según la orden que realices y, si pierde adherencia y el giro fue brusco, reaccionará con brusquedad.
Consejos:
- Cambia la posición de tu asiento: deslizar el asiento hacia adelante un poco y levantar el respaldo asegura la estabilidad de tu cuerpo, brindándote tres puntos de apoyo: pie izquierdo, rodilla y cadera derecha. Esto te ayudará a responder y maniobrar de forma rápida y precisa en caso de emergencia, además de brindarte mejor visibilidad.
- Si manejas de noche, acomoda el ángulo del retrovisor: para evitar que te encandilen los autos que van detrás. La visibilidad disminuye, por ende, reduce la velocidad. Deja suficiente espacio entre cada vehículo y no pases los autos a menos que sea estrictamente necesario.
- Si la carretera está mojada y el auto patina, evita pisar el freno y gira el volante en la misma dirección. Si tu vehículo pierde tracción y se desliza, sujeta firmemente el volante y no pises el freno. En cualquier situación lo más importante es mantener la calma y no ir a exceso de velocidad.
- Lleva en el auto un botiquín: siempre en necesario y de suma importancia que viajes preparado. Nunca está de más un botiquín de primeros auxilios, ante cualquier circunstancia puedes acudir a él.
- Cinturones de seguridad: aunque debería ser algo obvio, es importante reafirmarlo. Todo pasajero debe ir con el cinturón de seguridad puesto durante todo el viaje. No dejes que nadie que se encuentre en tu auto evite esta norma, viaja seguro.