Es muy común que la doble experiencia de ir en auto o a pie permita comprobar cuánto padecen unos y otros. Las conductas cambian según el rol que asuma cada uno, lo que desemboca en una falta de respeto mutua y la aparición de accidentes que pueden ser evitados. En este post te contamos cómo pueden convivir ambos en las calles de la ciudad.
Seguramente te ha pasado que cuando eres peatón o automovilista, hayas podido verificar las necesidades y problemas que padecen ambos, para terminar dándote cuenta que las necesidades de los dos son responsabilidades compartidas.
La convivencia de peatones y conductores de automóviles tiene muchos puntos de conflicto, que no siempre se resuelven de la mejor manera.
El ejemplo clásico es el del cruce por una senda peatonal. Cuando el semáforo habilita al peatón para cruzar, al mismo tiempo confluyen en el cruce los automovilistas que doblan desde la calle transversal. Lo correcto sería que los conductores prioricen al peatón, pero ello no siempre ocurre, debido a que ambos quieren pasar antes de que la luz roja los obligue a detenerse.
Y allí es donde comienza la disputa del más débil contra el más fuerte, las tocadas de bocina de los impacientes que están detrás, y también los peatones que no reparan en la situación ni en los demás, ya que cruzan lentamente mirando la pantalla de su teléfono.
Son situaciones cómo estás las que, por falta de empatía, producen accidentes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los siniestros viales son la principal causa de muertes prevenibles de niños y jóvenes entre 5 y 29 años. En la mayoría de los accidentes están involucrados peatones, ciclistas y motociclistas.
Se considera que actualmente mueren 1,3 millones de personas cada año por siniestros viales en todo el mundo.
Para el caso particular de Ecuador, según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), durante el año 2.021 se registraron 21.352 siniestros, de los cuales 17.532 personas resultaron lesionadas y 2.131 fallecieron. Estadísticas recientes indican que, a junio de 2.022, han resultado lesionadas más de 9.019 personas y 1.056 murieron.
Hay que tener en cuenta que cada conductor, cuando no está al volante de un vehículo, también es un peatón. Por lo tanto, este tema debe contemplar a todos los miembros de la sociedad.
Recomendaciones para peatones:
Cruza por las zonas definidas: atravesar la calle por lugares que no están señalizados para esto, significa arriesgar innecesariamente tu vida.
Mantente atento a tu entorno: si transitas con audífonos, no te apresures, presta especial atención a los autos y transeúntes que te rodean, para compensar los sonidos que no puedes escuchar.
No uses tu celular mientras caminas: al igual que un automovilista, tus ojos deben estar siempre en el camino. Si revisas tu celular mientras caminas, perderás tu concentración en la ruta y te expondrás a golpes, caídas, o algo mucho peor.
Recomendaciones para conductores:
Respeta los límites de velocidad: las normas de tránsito establecidas para sectores urbanos están pensadas para garantizar que tengas el tiempo suficiente de reaccionar a imprevistos, como peatones que crucen de forma indebida o conductores que manejen agresivamente.
Maneja a la defensiva: no arriesgues tu vida en una maniobra descuidada. Conduce siempre atento a las personas que te rodean y los espacios en que te encuentres para resguardar tu seguridad y la de los transeúntes.
Infórmate sobre normas y códigos de tránsito: así podrás conocer cuándo deberías dar paso a los peatones y cuáles son tus obligaciones al volante en cada situación.
Nunca olvides de ponerte el cinturón de seguridad: recuerda que su uso es obligatorio para todos los pasajeros de tu vehículo. Su impacto no es menor, ya que ayuda a reducir a la mitad el riesgo de muerte en caso de accidentes.
Mantén tus manos en el manubrio: no intentes recoger cosas del suelo ni mucho menos revises tu celular mientras conduces. Tu concentración en la vía es esencial para evitar choques y accidentes.
Conseguir una mejor convivencia entre conductores y peatones requiere que ambos mejoremos nuestras conductas al volante y en la calzada. Para lograr que nuestras calles sean más seguras, debemos poner de nuestra parte y tomar conciencia de nuestras propias responsabilidades en materias de tránsito.
Todas estas acciones que te hemos recomendado son necesarias para una sociedad mejor para ti y todas las personas. Recuerda que siempre, en algún punto, tendrás que pasar del rol de conductor al de individuo a pie. Por lo tanto, es una cuestión que nos toma a todos por igual. Aportando desde cada lado, podremos tener una sociedad más equitativa y segura.